MUNSA: Harinas de trigo panificables, sémola de trigo cristalino para pastas y semillas de trigo para cosecha.

El trigo en Sonora es mucho más que un cultivo. Es una forma de entender la vida, toda una cultura que gira alrededor de este cereal con el Valle del Yaqui como epicentro. Un paraíso natural y agrícola ubicado entre la Sierra Madre Occidental y el Mar de Cortés, que colinda al norte con Ciudad Obregón y al sur con el valle del Río Mayo. Más de 450,000 hectáreas bañadas por el Río Yaqui, el más grande del estado, que cruza el valle por el oeste. El trigo es el principal cultivo, pero no el único. Grandes cantidades de diversas oleaginosas, algodón y hortalizas se producen actualmente en el granero de México.

Un valle dominado por el pueblo Yaqui, que vendió cara su derrota ante los españoles en la época de la conquista. Los colonizadores, que se asentaron en la zona en el año 1530 al mando del capitán Diego de Guzmán, abrieron canales de riego para el cultivo y convirtieron la zona en un vergel altamente productivo al que llegaron agricultores de toda la República. Entre estos pioneros destaca la figura de Carlos Conant, que desarrolló el sistema de riego y proporcionó agua a un millón de hectáreas.

En el Valle del Yaqui se construyó una enorme cuadrícula por medio de calles rectas de norte a sur y de oriente a poniente. La cuadrícula está regida por dos grandes ejes que forman una T. El diseño de este sistema de cultivo y su precisa organización para el uso del agua es de tal perfección que su desarrollo ha sido estudiado por diferentes investigadores internacionales. Los campos de trigo de la zona son un ejemplo de productividad para los especialistas, que han convertido el estado de Sonora en un auténtico laboratorio para el estudio del trigo.

Como explica el investigador Pedro Díaz Jerónimo, en México se cultivan dos tipos de trigo: harinero y cristalino. El primero se utiliza en la elaboración de panes, tortillas, galletas y repostería; y el segundo se destina a la producción de pastas alimenticias como espaguetis y sopas secas. En el Valle del Yaqui, referente mundial en el cultivo de este cereal, el 75% de las cosechas son de tipo cristalino, ya que los harineros presentan una menor productividad y son más sensibles a las plagas. El trigo de Sonora representa casi el 40% de la superficie total cultivada en México y un 50% de la producción nacional. Su rendimiento está un 30% por encima de la media nacional y un 121% por arriba de la producción mundial, según los datos publicados en 2013 por la Organización de las Naciones Unidad para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

El mercado del trigo aumenta año tras año pero su producción en México sigue siendo deficitaria: se obtienen cerca de 3.5 millones de toneladas anuales y su consumo casi dobla esta cifra y roza los 7 millones de toneladas. Sonora es su principal abastecedor gracias a sus inmejorables condiciones climáticas y su moderna industria productiva: almacenes, maquinaria de última generación, insumos de alta calidad, cultivos agrícolas nivelados, infraestructura de riego y carreteras, ferrocarriles y puertos que facilitan su distribución a los mercados nacionales e internacionales. Un motor económico que moviliza más de 6,000 millones de pesos al año.

Fuente:

El trigo mexicano viene del sur de Sonora