MUNSA: Harinas de trigo panificables, sémola de trigo cristalino para pastas y semillas de trigo para cosecha.

En las proyecciones realizadas por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) aparecen fenómenos referidos a aumentos en las temperaturas medias y mínimas, cambios en la fecha de heladas, alteraciones en las precipitaciones, aumentos en la emisión de dióxido de carbono, aumento del nivel del mar por el deshielo e incrementos en la frecuencia de los golpes de calor. Predicciones que cambiarán el modo de vida en la Tierra y que tendrán una incidencia directa en las cosechas.

El mayor impacto sobre los cultivos, según los expertos, se producirá en las zonas templadas en las que abundan las siembras de cereales. Y el trigo aparece como uno de los grandes damnificados. Una investigación desarrollada por expertos de la Universidad Estatal de Kansas concluye que el rendimiento del trigo se reducirá en un 25% para el año 2050. Concretamente, los científicos determinan que se reducirá un 6% por cada grado centígrado que aumente la temperatura, según publica el portal www.noticiasagropecuarias.com.

La Organización Mundial para la Alimentación y la Agricultura (FAO) estima que la producción mundial de trigo alcanzará los 722 millones de toneladas en 2015. Según estas previsiones, la demanda de trigo en México crecerá de forma notable durante las próximas dos décadas por dos factores fundamentales: el crecimiento poblacional y el mayor consumo per cápita de trigo. Pero de no modificar los actuales patrones de producción, este organismo internacional asegura que México podría depender hasta un 75% del exterior para satisfacer sus necesidades, lo que pondría en riesgo la soberanía alimentaria. Pese a la alta volatilidad de los factores que determinan el precio de trigo, la tendencia al alza podría ser un incentivo para aumentar la producción.

La estrategia debe enfocarse a aumentar la producción de trigos panificables, ya que actualmente hay un déficit que se cubre con importaciones. Y es que esta variante es la que mejor se cotiza en el mercado. En este sentido, el trigo panificable mexicano tiene un mejor precio que el que se cosecha en Estados Unidos. A los productores nacionales se les asignaron cuatro mil pesos por tonelada y a los productores de nuestro vecino del norte dos mil 649 pesos; mientras que en trigo cristalino, la diferencia es un 41 por ciento mayor en beneficio de los productores nacionales.

Fuente:

Trigo y cambio climático