MUNSA: Harinas de trigo panificables, sémola de trigo cristalino para pastas y semillas de trigo para cosecha.

Macaroni’ o ‘macarroni’ es la palabra despectiva con la que otros pueblos han insultado durante décadas a los italianos, sobre todo en los años de la gran emigración azzurra a los Estados Unidos. En el sur de Italia, la palabra ‘maccheroni’ sirve para designar cualquier clase de pasta de trigo duro. Durante mucho tiempo se propagó con éxito la leyenda de que los macarrones fueron llevados a Italia por el veneciano Marco Polo a su regreso de China. Hoy sabemos a ciencia cierta que no fue así. Los investigadores han descubierto que en Italia ya se hacía referencia a los macarrones en un inventario de bienes datado en 1279 con el término ‘barixella una plena de macharonis’, es decir, “un barrilito lleno de macarrones”. Y Marco Polo no volvió a su país hasta 1295.

La realidad es que este tipo de pasta de trigo duro viajó desde China hasta el Mediterráneo, como tantas otras cosas, en manos de los árabes, que la introdujeron en Sicilia. Los árabes también productos orientales a España, donde ejercieron su dominio durante ocho siglos, pero la pasta, como el fideo por ejemplo, no se introdujo de forma tan rápida en la cocina tradicional como en Italia. Por eso hay quienes opinan que la cuna gastronómica de la pasta es la propia Sicilia. El caso es que los macarrones gustan a todos, sobre todo a los pequeños de la casa, y que son una magnífica solución de urgencia: unos macarrones con chorizo, o unos macarrones espolvoreados de parmesano y gratinados se hacen en un momento. Como todo estudiante sabe, los macarrones son uno de los primeros platos que aprendemos a cocinar cuando nos toca emanciparnos. Aquí os dejamos una sencilla receta.

Ingredientes (4-5 personas)

- 500 gramos de macarrones
- 50 gramos de queso rallado
- Tomate triturado
- Dos dientes de ajo
- Una cebolla
- Un pimiento rojo
- Aceite de oliva
- Sal
- Orégano

Elaboración

- Picamos la cebolla, el ajo y el pimiento con un par de cucharadas de aceite.
- Mientras ponemos agua con sal a calentar y esperamos a que hierva.
- Añadimos los macarrones al agua hirviendo, siempre muy atentos a las instrucciones del fabricante para no excedernos en la cocción. (Por lo general los tiempos oscilan entre los 8 y los 10 minutos, salvo en la pasta fresca, que es mucho menos). Hay que remover la pasta de vez en cuando para que no se apelmace o de añadir al agua un chorrito de aceite.
- Mezclamos las verduras pochadas con el tomate y dejamos que cueza a fuego lento unos 15-20 minutos. Trituramos.
- Mezclamos la pasta con el tomate y el orégano con el queso rallado y lo incluimos a la mezcla.
- A eso le podemos añadir algo de atún, chorizo o carne picada para hacerlo todavía más sabroso.

Fuente:

: Macarrones, un símbolo de la cocina italiana