MUNSA: Harinas de trigo panificables, sémola de trigo cristalino para pastas y semillas de trigo para cosecha.

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) prevé en su último informe publicado este mes de junio una caída del mercado del trigo ligeramente inferior a la pronosticada hace unos meses por el gran rendimiento de las cosechas de África y América del Norte. Los buenos resultados de estos dos continentes han servido para amortiguar el descalabro de este cereal en Rusia, India y la Unión Europea, regiones que aglutinan cerca del 40% de la producción mundial. El descenso en este rubro rondará el 1% con respecto al año anterior.

La razón principal de esta contracción del comercio mundial prevista es la disminución de las compras de trigo por parte de diversos países de África del Norte, Brasil y Turquía. No obstante, el consumo total de cereales como alimento aumentará en un 1,3 % (14 millones de toneladas) con un total de 152 kilogramos per cápita, con el trigo en torno a los 67 kilos por habitante y año y el arroz apenas sobre los 57. En este sentido, la FAO calcula que las existencias mundiales de trigo alcanzarán los 201 millones de toneladas, su nivel más alto en 13 años. En este caso, el aumento de las reservas en Estados Unidos y la Unión Europea compensarán con creces las reducciones experimentadas en países como Canadá, India e Irán.

El pronóstico sobre el comercio mundial de cereales secundarios en 2015/16 (julio/junio) se ha incrementado en 2,5 millones de toneladas (158,5 millones). Este ajuste al alza se debe principalmente a la previsión de mayores importaciones de maíz en la Unión Europea. Unos datos que dejan a este mercado muy cerca de los niveles récord alcanzados en las dos campañas anteriores. Según los expertos, la recuperación del comercio en 2016 debería de ser impulsada por una reactivación de la demanda de los grandes importadores de siempre: Bangladesh, China, Filipinas e Indonesia.

En resumen, el trigo representa la mayor parte de la contracción prevista del comercio mundial de cereales, con una caída del 2,4%, seguido de la cebada. Sin embargo, es probable que un ligero aumento de la demanda de importación de otros productos como el maíz, el arroz y el sorgo sostenga la expansión del comercio internacional de cereales. No obstante, como ocurre siempre con la agricultura, estas previsiones siguen estando sujetas a gran incertidumbre y dependen en gran medida de los resultados de las próximas campañas agrícolas. Unas cifras que estarán a expensas del clima, la eficacia de las nuevos métodos para la eliminación de plagas y las innovaciones que introduzca cada productor para mejorar el rendimiento de la planta.

Fuente:

Nota informativa de la FAO sobre la oferta y la demanda de cereales