MUNSA: Harinas de trigo panificables, sémola de trigo cristalino para pastas y semillas de trigo para cosecha.

El trigo acapara el debate de los expertos en nutrición. Su consumo está sufriendo un embate en las sociedades occidentales por modas y teorías sin sustento científico. Como la tendencia de comer productos sin gluten, la proteína del trigo y otros cereales. “El hecho es que no hay evidencia científica que avale que dejar de consumir el gluten de los cereales sea más saludable cuando no se padece ningún trastorno celíaco”, explica el gastroenterólogo certificado Emilio Bermúdez.

Numerosos expertos en nutrición están levantando la voz para defender el consumo de este cereal, básico en la dieta del ser humano desde hace miles de años. El arroz y el maíz fueron la base de la alimentación de las culturas más antiguas. Aunque sin duda el trigo ha sido el más exitoso de los cereales a lo largo de la historia. Hoy se cultiva en casi todo el planeta. Con la espiga dorada de la alimentación se hornean pan en general y galletas de todo tipo; se producen pastas, cerveza, cereales y pan de caja y hasta carne vegetal.

“No hay alimentos malos o buenos. Eso depende de cómo se preparan”, aseguran las nutriólogas Ana María González, Valeria Rubio y Mariana Velázquez, que han salido en defensa del consumo de este cereal para hacer frente a las modas sin fundamento que cuestionan sus beneficios para el organismo. “El trigo aporta una buena cantidad de carbohidratos, fuente de energía de nuestro cuerpo. Sin ellos no hay forma de que funcionemos. Más o menos el 50% de la energía que ocupamos en el día, proviene de los carbohidratos”, señala la nutrióloga Raquel Pérez de León.

Comer o no trigo no debe ser tema de un régimen alimenticio de moda. Es un grano que encaja perfectamente en nuestra dieta de muchas maneras. Un buen sándwich, con jamón de pavo o queso, un poco de mayonesa o mantequilla y algunos vegetales, como el jitomate y la lechuga, conforman un platillo saludable y equilibrado, tal y como recomiendan las autoridades de salud de México en el Plato del Bien Comer. Además, este cereal aporta vitamina B y minerales a nuestra dieta y por supuesto, la importantísima fibra dietética, que protege la digestión y modula el azúcar en nuestra sangre, cuando se conserva la cascarilla o salvado del grano, como en el pan integral.

Si volvemos a la polémica del gluten, habría que recordar la publicación de la Fundación UNAM en su página web: “el gluten es un producto que se encuentra en los cereales y posee un gran valor nutricional. Tiene un alto índice de proteínas y un bajo contenido de carbohidratos”. Nada más qué discutir, inclúyelo en tu dieta y prepárate para saborearlo esta Navidad.

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¿Por qué no debes dejar de consumir trigo?