MUNSA: Harinas de trigo panificables, sémola de trigo cristalino para pastas y semillas de trigo para cosecha.

La caída del maíz francés y la devaluación del yuan están provocando incertidumbre y desasosiego en el mercado mundial de cereales. Francia acaba de hacer públicas sus estimaciones: 13,2 millones de toneladas de maíz en la campaña 2015-2016, lo que representa una caída cercana al 30% con respecto al año anterior. El clima extremadamente seco y caluroso está afectando al cultivo y sólo el 50% de las plantaciones se encuentran en condiciones buenas o muy buenas. Y ya se sabe que los precios de los cereales están muy vinculados a esta producción de maíz francés. Y el gobierno chino, por su parte, decidió devaluar el valor del yuan respecto al dólar para activar su economía y potenciar la exportación. Si tenemos en cuenta que China es el mayor exportador de materias primas del mundo, ya se pueden imaginar cómo pueden distorsionar el mercado las decisiones tomadas en Beijing.

En un mercado con tantas aristas como el de los cereales todo está interconectado. Esta espera tensa sobre los precios que podrá alcanzar el maíz también afecta al resto de cereales. En el caso del trigo, Francia es también el mayor productor de la Unión Europea y quien marca la tendencia a seguir. Este año aumentará su producción mientras que en Estados Unidos se espera con impaciencia, según informa el portal agroinformación.com, el informe USDA de agosto, donde se darán resultados de muestreos en fincas de todo el país. En cuanto al maíz, los productores también muestran su preocupación por la sequía que azota al Medio Oeste

La ecuación parece sencilla: si no llueve en Francia habrá poca cosecha de maíz y el precio se disparará, “lo que arrastrará al resto de cereales por su efecto llamada”, explica José Manuel Álvarez, secretario general de ACCOE a eleconomista.com. Por el contrario, si llueve, habrá una cosecha normal y los precios se mantendrían estables. Otro punto caliente para los mercados es Canadá, el mayor exportador del mundo de trigo duro. Gran parte de su producción tiene como destino el mercado europeo y ya se conoce que tienen problemas de sequía. Por eso, será fundamental estar pendientes las próximas semanas a los partes meteorológicos para ver la evolución del precio de este cereal.

Por si todo esto fuera poco, los stocks mundiales de cereal no viven su mejor año. El de maíz se sitúa a la baja, pasando de 189 millones de toneladas a 187 millones. En cuanto al trigo, las reservas mundiales también descienden ligeramente: de 219,81 millones de toneladas a 218,5 millones. Así que habrá que estar muy atentos a los próximos acontecimientos para ver cómo se desenvuelve el mercado de cereales en la segunda mitad del año.