El rendimiento de este cereal en las plantaciones del estado más productivo de México cayó un 30% por el desorden atmosférico.
Publicación: 06/07/2015
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Los cultivos del Valle del Yaqui y el Valle del Mayo, en el sur del estado, empiezan a sentir los rigores del cambio climático. El rendimiento de las plantaciones experimentó en 2015 un súbito descenso del 30%, lo que supone una pérdida del 28% en la producción esperada para este año. Como explica Jorge Guzmán, director de la Asociación de Organismos Agricultores del sur de Sonora, los números hablan por sí solos. “Si el rendimiento normal es de 6.8 toneladas por hectárea, ahorita estamos levantando 4.9 toneladas por hectárea, 1.9 toneladas menos”.
Este inesperado lastre en el rendimiento de las cosechas de trigo del granero de México tendrá una repercusión inmediata en el bolsillo de los agricultores. Las pérdidas estimadas rondan los 7 mil pesos por hectárea. Una cifra que aislada no dice mucho pero que cobra valor si tenemos en cuenta que en el estado se dedican a la siembra de trigo más de 305 mil hectáreas. El parte económico de la crisis arroja, por tanto, una pérdida global preocupante para el estado: 2 mil 135 millones de pesos.
El culpable tiene nombre y apellidos: los drásticos cambios de temperatura. Según datos del Centro de Mejoramiento de Maíz y Trigo (Cymmit), el promedio de los últimos 35 años en la zona era de 9,5 grados centígrados. En 2015 el termómetro subió hasta los 12,5. Tres grados de diferencia que han mermado el rendimiento de las plantas con graves repercusiones en la producción.
El rendimiento es el resultado final de un grupo de interacciones en las que intervienen el genotipo, el clima, el suelo y manejo del cultivo. Como indica el doctor Soto, investigador titular del Instituto Nacional de Ciencias Agrícolas de La Habana, “el producto final de un cultivo no es sino la consecuencia de un proceso derivado de las actividades agrícolas efectuadas durante todo el ciclo, por eso para los investigadores y productores se hace necesario el conocimiento de la fenología agrícola”. Una ciencia que se dedica al estudio de los fenómenos periódicos que presentan los organismos vivos y su reacción con el proceso meteorológico.
“La temperatura controla la tasa de desarrollo de muchos organismos, que requieren la acumulación de cierta cantidad de calor para pasar de un estadio a otro en su ciclo de vida”, asegura el investigador cubano. La medida de este calor acumulado se conoce como tiempo fisiológico, el cual frecuentemente se expresa en unidades llamadas grados-día. Las alteraciones bruscas de esta variante son, según los especialistas, las causantes de la merma del rendimiento en el Valle del Yaqui.
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Copyright © 2024 MUNSA MOLINOS, S.A. de C.V.
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